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APRENDIENDO TECNICAS DE SUPERVIVENCIA: LA RECREACIÓN QUE PUEDE SALVAR VIDAS

 


La importancia de conocer técnicas de supervivencia no debe ser ignorada, especialmente si te desenvuelves como un Recreador que disfruta de aventuras al aire libre, ya que es posible que el peligro se presente de forma constante en estos escenarios. De igual forma, resulta indispensable aprender a dominar habilidades que te permitan sobrevivir en situaciones adversas o de emergencia, incluso si no eres una persona que realice actividades recreativas extremas. 

Contar con la habilidad de improvisar amarres o aplicar una simple maniobra puede ser determinante para salvar vidas en momentos críticos. Por tanto, es importante estar preparado ante cualquier circunstancia que ponga en riesgo tu seguridad o la de otras personas, y contar con las herramientas necesarias para enfrentar con éxito cualquier contratiempo que se presente en el camino.

Se pueden considerar como técnicas de supervivencia las habilidades esenciales que permiten a una persona sobrevivir en cualquier entorno, ya sea natural o creado por el ser humano. Su objetivo es cubrir las necesidades básicas, tales como el agua, la alimentación y el refugio, y también se enfocan en adquirir conocimientos sobre la interacción con plantas y animales para asegurar la supervivencia durante un período prolongado de tiempo. Además, estas habilidades incluyen la adquisición de técnicas de primeros auxilios, el aprendizaje de estrategias de orientación y la preservación de una mentalidad positiva para enfrentar situaciones adversas.

En caso de tratarse de una expedición planificada es importante llevar ropa adecuada al clima, elegir un calzado específico para el terreno que se va a recorrer, que la bebida sea suficiente y que la comida esté acorde a la duración de la expedición y al clima a enfrentar. Otros elementos que no deben faltar son un hornillo, una mochila, un saco de dormir, una bolsa de emergencia y, para expediciones de mayor duración, un equipo de comunicaciones (radiocomunicación). Y entre los elementos de uso general se encuentran: algo para encender fuego (fósforo, encendedor o pedernal), una lupa, una fuente de luz, una sierra manual, un botiquín y un cuchillo de supervivencia.

Técnicas básicas de supervivencia 

Encender un fuego: El fuego puede utilizarse para secar la ropa, mantener el calor corporal, ahuyentar animales peligrosos e insectos, afilar palos y cocer la comida. También puede hacerse con la intención de crear humo, que puede ser útil tanto para ahuyentar insectos como para llamar la atención de posibles rescatistas.

Para encender un fuego, primero debes encontrar un lugar seguro y seco donde no haya ramas bajas ni arbustos. Luego amontona ramitas, hojas y ramas pequeñas para hacer una pequeña pila. Utiliza un encendedor o cerillas y enciende la pila, asegurándote de mantenerla a salvo de los vientos fuertes.

Para encenderlo es suficiente con disponer de fósforos, encendedores o, en su defecto, producir chispas con una piedra de pedernal o una botella de vidrio rota. Si nada de esto está disponible, se puede generar calor suficiente como para iniciar la reacción concentrando los rayos de sol con una lupa o lente, mediante fricción entre dos ramas o entre una cuerda y una rama, o generando chispas golpeando dos piedras muy duras.

Una vez iniciado, se debe regular la cantidad de oxígeno que recibe: si es abundante producirá una llama más intensa y con menos humo, pero si no lo es tanto consumirá el combustible de manera más lenta y controlada. Si se busca producir humo, la entrada de aire debe estar sumamente restringida. En todos los casos, debe tenerse especial cuidado para no causar un incendio


Construir un refugio: Si te encuentras perdido y necesitas refugio, puedes crear uno con ramas, hojas y hierba. Busca un lugar seguro, elige un lugar que esté protegido del viento y la lluvia, y que no esté cerca de ríos o arroyos que puedan desbordarse.

Haz una estructura básica, puedes usar ramas, troncos o palos para hacer una estructura básica que sirva de soporte para el techo.

Cubre la estructura, usa hojas secas, ramas o hierba para cubrir la estructura y crear un techo.

Añade aislamiento, si tienes algún tipo de aislamiento, como mantas o ropa de abrigo, puedes usarlo para cubrir el suelo y las paredes del refugio.

Añade detalles extras, si tienes tiempo y recursos, puedes añadir detalles extras como una puerta improvisada o una chimenea para calentar el interior.


Buscar agua: Si necesitas agua, busca arroyos o ríos. Si no existe ninguno cerca, cava hoyos en la arena y espera a que se llenen de agua. También puedes recolectar agua del rocío de la mañana o derretir nieve si estás en un clima frío.

Si encuentras agua pero no estás seguro de su seguridad, asegúrate de filtrarla. Puedes utilizar un filtro de agua comercial o simplemente hervirla. Para hervir el agua, colócala en una olla y llévala a ebullición durante al menos 5 minutos.

Para filtrar agua al aire libre, se presentan algunos pasos y técnicas que deberías tener en cuenta
lo ideal es buscar un lugar cercano a una fuente de agua, en el que puedas excavar un hoyo o hacer un pequeño pozo para filtrar el agua, necesitarás una botella o una bolsa de plástico, piedras pequeñas, arena, carbón activado y un pañuelo o una tela.

En primer lugar, debes llenar la botella o la bolsa de plástico con una primera capa de piedras pequeñas, de manera que cubran aproximadamente un tercio de la misma. Luego, añade otra capa de arena, que cubra otro tercio de la botella. Por último, añade una capa de carbón activado, que cubra el tercio restante de la botella.

Con la botella o bolsa preparada, debes colocarla sobre el pozo o el hoyo que hayas excavado, asegurándote de que quede firme. Después, vierte agua en la botella o bolsa y déjala pasar lentamente por el filtro. Puedes ayudarte sosteniendo el pañuelo o la tela en la parte superior de la botella, para evitar que entren impurezas a la misma.

Finalmente, debes recoger el agua purificada en otra botella o recipiente limpio. Es importante que asegures de beber de este agua lo más pronto posible, para evitar que se contamine nuevamente.


Encontrar comida: Si necesitas encontrar comida, busca frutas y bayas comestibles. También puedes buscar insectos y otros animales pequeños que puedas comer. Asegúrate de saber qué plantas y animales son seguros para comer antes de consumirlos.

La cantidad de días que se puede sobrevivir sin comer es muy variable, depende de factores como la contextura física, el estado de salud y el clima, siendo mayor la necesidad calórica en los climas fríos. Se han registrado casos de personas que sobrevivieron a entre 20 y 70 días de ayuno constante. En situaciones de supervivencia, la provisión de alimentos puede ya estar prevista mediante productos en conserva provistos en una caja de supervivencia. Si estos no están disponibles, entonces la comida podría proveerse aplicando técnicas de caza y recolección.

Identificar las plantas comestibles es difícil, por lo que es recomendable familiarizarse bien con la flora local antes de intentar ingerir algún vegetal. Es preferible concentrarse en alimentos pequeños, como frutas, peces, ranas y lagartos, porque se puede perder mucha energía yendo tras presas mayores.


Orientación: Si te pierdes, utiliza un compás o la navegación por las estrellas para encontrar tu camino. Si no tienes herramientas de navegación, sigue siempre una fuente de agua, ya que los ríos y arroyos generalmente conducen a la civilización.

Subir hasta un punto elevado también es recomendable, ubicando los accidentes geográficos más notables. Si se cuenta con un mapa se puede hacer triangulación y si no, se puede intentar ubicar algún punto de referencia que se haya visto con anterioridad.

Si no se cuenta con una brújula, se pueden hallar los puntos cardinales guiándose por las estrellas. En el hemisferio norte, la estrella polar indica el norte geográfico y la Cruz del sur hace lo propio en el hemisferio sur. De día, se pueden ubicar los puntos cardinales utilizando un reloj analógico. Alineando la manecilla horaria con el sol y luego trazando la bisectriz entre esta y las 12, se obtiene la dirección del sur.


Señales de socorro: Si necesitas ayuda, crea señales de socorro. Has señales visuales, usando cualquier objeto brillante que tengas a mano, como un espejo o un pedazo de metal, para reflejar la luz del sol y hacer señales aéreas. También puedes usar ramas para crear letras o símbolos en el suelo, los más aconsejable es crear las tres letras de SOS.

Otro tipo de señales pueden ser auditivas. Si tienes un silbato o algún otro objeto que pueda generar ruido, úsalo para hacer señales auditivas. También puedes golpear objetos juntos para crear ruido.

Las señales de humo son igualmente útiles. Si tienes una fogata, puedes usarla para crear una señal de humo. Para ello, agrega ramas y hojas verdes a la fogata para crear humo espeso y oscuro.


Primeros auxilios básicos: Aprende los fundamentos del tratamiento de heridas, incluyendo cómo limpiar cortes y llagas, cómo encender fuego para cauterizar heridas, y cómo hacer un torniquete en caso de una herida grave.

Para limpiar los cortes o llagas debes usar agua limpia. Si tienes agua limpia disponible, úsala para lavar la herida. El agua puede ayudar a eliminar la suciedad y los residuos. Sino tienes puedes hervir agua o usar una solución de agua y cloro.
Puedes usar antiséptico o alguna solución de peróxido de hidrógeno para prevenir infecciones.

Si tienes sal y agua disponible, puedes crear una solución salina para limpiar la herida. Mezcla una cucharada de sal en un litro de agua limpia y usa la solución para lavar la herida.

También puedes usar miel. La miel tiene propiedades antibacterianas y puede ayudar a prevenir infecciones. Aplica una pequeña cantidad de miel en la herida para limpiarla y cubre con una venda o cualquier tipo de protección para mantenerla limpia.

Recuerda que estas alternativas no son tan efectivas como el jabón, el cloro o los antisépticos, pero pueden ser útiles en situaciones de emergencia cuando no tienes acceso a estos productos. Si la herida es muy profunda o parece infectada, busca ayuda médica lo antes posible.


Mantener una actitud positiva: Mantén una actitud positiva y proactiva. La mejor manera de sobrevivir es mantener la mente alerta y enfocada en buscar soluciones prácticas. Mantén un enfoque práctico y una actitud de resolución de problemas y podrás superar una amplia gama de situaciones de supervivencia.

Al aprender y practicar estas habilidades en un ambiente recreativo, se pueden adquirir experiencias valiosas que podrían salvar vidas en situaciones de emergencia. Por lo tanto, es importante considerar la recreación como una forma de preparación para posibles escenarios de supervivencia.

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